martes, 7 de julio de 2009

Primera crónica

En mis ratos libres suelo entregarme a la adrenalina de la velocidad sobre dos ruedas. Aunque las actividades diarias no me permiten ir en búsqueda de un poco de diversión y por consiguiente paso más tiempo del considerado metida en mi casa.
Ésto me ha llevado a tener un caracter cada vez mñas puntual.

Mi hermano de 30 años con gran destreza en los deportes que requieren de concentración, colabora a que ésto suceda. Éste practica todos los días 10 horas seguidas -sin receso alguno- o si no, horas más tarde se encuentra meditando también por horas continuas.

Aún no comprendo como alguien tan ccronológicamente mayor, puede desarrollar tanta destreza por éstas actividades por tantas horas consecutivas.

Al transcurrir el tiempo, descubrí que tenía el don especial de hacerle ver a la gente cosas de ellos mismos que no pueden ver con facilidad. Llevo años tratando de hacerle entender a mi hermano que la vida no gira entorno al dinero solamente y ha sido una ardua tarea; Que hay un mundo más extenso y más complejo y que uno tiene que enfocarse en aprender, no solo en buscar la forma de obtener dinero.

Con el pasar del tiempo he tratado de ser tan productiva como su póker y tan divertida como su televisor, pero aún no he logrado llegar a la altura de ellos.

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